Hay una mirada... triste , atrevida, sabia, juguetona.. en estos momentos no lo puedo definir.
Puede que mi reflejo exista, que mi esencia se allá quedado ahí, que su olor aun siga en mi cuerpo, que el hueco que existió pudo desaparecer para inmediatamente dejar uno mas grande, con una ternura difícil de tomar o al menos disfrutar.
Tal ves pueda dejar que una simple sonrisa te fastidie, que mis manos hagan todo automáticamente junto con mis labios que no se si se puedan cansar alguna ves. Pero mis ojos me reclaman que estés a la hora de despertar, quieta, frágil, inocente, para así yo poderte proteger tan si quiera una ves por noche.
Ahora la oscuridad muestra una habitación donde podemos estar juntos , sin necesidad de decir nada, sin necesidad de saber que es lo que hacen los demás viajeros, solo la necesidad de sentir. Nosotros sentimos y muchas veces existe la sensacion de que solo bailamos para vivir, pero solo una noche puede dejarte bailando y con esperanzas de volver a vivir.
Esos ojos...
Raymundo Alejandro Madrigal.


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